Hace ya un largo tiempo que nuestro planeta ha estado experimentando importantes cambios, especialmente debido a la irracional actividad humana, amenazando con acabar la vida como la conocemos. Ya es común hablar de de problemas como la contaminación del agua y el aire, la deforestación, la pérdida de la capa de ozono, la sobrepoblación, la erosión de los suelos y, sin duda, el más grave: el calentamiento global. ¿En qué consiste? Es un fenómeno producido por la excesiva acumulación de gases, principalmente dióxido de carbono, provenientes de las industrias, la quema de combustibles fósiles, las estufas a leña, los incendios y hasta de los cigarrillos. Todos estos grandes excedentes de gases retienen en la atmósfera el calor del sol, provocando que la temperatura aumente y, con el paso del tiempo, desequilibrando el clima. Esto pone en grave riesgo la vida de las personas, sobre todo pensando en la supervivencia de aquí a los próximos cien años.
Resulta paradójico que, aunque el objetivo que se busca es mejorar la calidad de vida de la gente recurriendo a estos procesos contaminantes, el resultado es precisamente lo contrario, empeorarla y aún más, acelerar el desequilibrio que ya comienza a manifestarse en catástrofes naturales en algunos lugares del mundo. Esto viene a avalar lo que afirman varios científicos: que el daño ya está hecho y es solo cuestión de tiempo para que la situación se haga insostenible.
Las consecuencias son tremendas: inundaciones en algunos países, sequías en otros, el derretimiento de los glaciares y el consiguiente aumento del nivel del mar, la extinción de cientos de especies, etc. En Chile, la zonas climáticas cambiarán, afectando la agricultura y los ganados además de otros problemas que podrían ya comenzar a sentirse.
¿Qué se puede hacer ahora para contribuir a reducir los daños? Hay que buscar fuentes de energía alternativa fuera de los combustibles fósiles (energía eólica, solar, etc.), establecer programas de reciclaje de basura y buscar el famoso “desarrollo sustentable”, es decir, encontrar la manera de que el respeto al ambiente y el progreso convivan por fin en armonía. También resulta curioso, que mucha gente asegure que este concepto no es más que un invento de las grandes industrias para que todos crean que se está haciendo algo al respecto pero no se puede asegurar que así sea en realidad.
En mi opinión, este problema no puede seguir esperando. Se necesita pronto un cambio el la forma de pensar de todo nosotros sobre este tema mientras nuestra Tierra aún es habitable.
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