jueves, 22 de marzo de 2007


TRANSANTIAGO

Transantiago es un proyecto creado para la Región Metropolitana basado en el de otras ciudades como Bogotá, Colombia, destinado para lo mismo es decir, que rija de una manera innovadora, segura, fácil, cómoda y expedita.

Este proyectó comenzó como una respuesta principalmente a la contaminación atmosférica de la ciudad, la gran cantidad de casos respiratorios graves, esperas infinitas, micros en mal estado y poca capacidad de estas, lo anterior alertó al gobierno de Ricardo Lagos, dando pie a un proyecto que revolucionaria el Transporte público de la ciudad, cuando se dio por terminado el gobierno de Lagos asumió el proyecto la actual presidenta Michelle Bachelet.

En febrero del 2007 cuando ya el proyecto se había aplazado 5 meses desde la fecha establecida por Lagos, se acercaba a su fecha de inicio. Los santiaguinos descansaban en su mayoría de guatita el sol muy lejos de la ciudad del “smog”, de seguro en una playa con aire puro y tranquilidad para disfrutar, sin saber que el proyecto más caótico de la Región (Metropolitana) se les vendría encima dentro de muy poco.

Tengo claro que el Transantiago es un gran proyecto que ya hace años se está pensado para una urbe tan grande y a su vez tan poblada como lo es la Región Metropolitana, pero se debe asumir la poca organización e información para dar inicio a este proyecto, ya casi han pasado 2 meses desde su implantación como el innovador medio de transporte que sería; en cambio la respuesta del usuario es todo lo contrario, no hay que escuchar muchas opiniones para darse cuenta que todas concluyen en un mal lanzamiento de un proyecto que sí puede ayudar a Santiago , pero como dice el dicho “todo a su tiempo”, cosa que a los encargados de este nuevo sistema poco les importó .

Siento que el fracaso y la culpa del mal funcionamiento del proyecto no es de Iván Zamorano, ni de los millones de usuarios si no de “aquellas entidades ” (privados y del estado)que sin ninguna culpa o molestia lanzan promesas, tiempos que no se cumplen, tarifas que no se cobran, y sueldos que no se pagan; lo que con un poco de razonamiento resulta en un caos y una disconformidad no sólo de parte de los santiaguinos si no también de los muchos chilenos que ven como gente común es pasada a llevar y visualizan al igual que yo, un proceso de largo plazo que seguramente seguirá teniendo casos fatales o molestias de atochamiento, entre muchas otras cosas que sin rebuscar demasiado podrá encontrar en cualquier medio de Comunicación, esperemos que en los años venideros si podamos decir que el “Transantiago” es un gran proyecto.



Camila Opazo.

2MA.

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